“Este material es muy valioso para nosotros, pues viene a solucionar un problema que teníamos como productores de lupino, reemplazar el material antiguo por uno de alta calidad como BOROA-INIA y a la vez, tener la posibilidad de multiplicar la semilla para dejarla en manos de la Agricultura Familiar Campesina”. Con estas palabras, Osvaldo Burgos, presidente de la Cooperativa Campesina Boroa, destacó la entrega de semilla de lupino amargo Boroa-INIA realizada recientemente en dependencias del Centro Regional Carillanca. La entrega estuvo enmarcada en el trabajo conjunto que se desarrolla hace varios años entre INIA, Indap y la cooperativa.
La variedad Boroa – INIA fue liberada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) el año 2006 con apoyo financiero de Indap. “La idea es establecer semilleros a cargo de los pequeños agricultores, en este caso la Cooperativa Campesina Boroa, con el fin de masificar esta variedad, que es altamente demandada por sus buenas características agronómicas”, indicó el Doctor Mario Mera, fitomejorador de leguminosas de INIA Carillanca, quien lidera el trabajo con los agricultores beneficiados.
Semilla original
En esta oportunidad, la cooperativa recibió mil 800 kilos de semilla original, que se utilizará para establecer diez hectáreas de semilleros, los cuales permitirán a los agricultores disponer a futuro de mayor cantidad de semilla de una variedad mejorada. Actualmente, su producción se encuentra casi enteramente en manos de la AFC, muchos de ellos de etnia mapuche, representando una importante fuente de ingreso familiar, que redunda en una mejor calidad de vida. “Los trabajos de INIA con este grupo de agricultores en el mejoramiento genético de lupino amargo vienen desde el año 2001. Se han dado importantes avances en el rubro, ya que los agricultores han mejorado tanto rendimientos como calidad, sobre todo considerando que el lupino amargo es un producto exportable que va a países del Mediterráneo, tanto europeos como del mundo árabe, donde la cooperativa ha llegado con su producto”, acota Mario Mera.
Por otro lado, INIA Carillanca se acaba de adjudicar un proyecto Innova Corfo denominado: "Difusión del manejo agronómico apropiado para la masificación de material genético mejorado de lupino amargo". La iniciativa se inserta en un programa de difusión tecnológica (PDT) de Corfo, cuyo objetivo central es aumentar la competitividad de los agricultores productores de lupino amargo de La Araucanía que permita mejorar tecnologías de producción y comercialización. Sin lugar a dudas un paso adelante en la alianza de INIA-Carillanca y la agricultura familiar campesina (AFC) de esta región.
La variedad BOROA-INIA
En La Araucanía, se siembran 6 mil a 8 mil hectáreas de lupino amargo, prácticamente la única región de Chile donde se encuentra este cultivo. El grano se exporta a países europeos y árabes, donde se consume como snack salado, luego de un proceso de remojo para desamargarlo. Es un cultivo que se encuentra en manos de la AFC, por lo que reviste gran importancia social. Considerando que gran parte del trigo sembrado por este sector se destina a autoconsumo, el lupino constituye una fuente de ingreso de circulante esencial para muchos pequeños agricultores,
“La variedad Boroa-INIA se obtuvo mediante selección del lupino amargo local, caracterizado por un grano más grande que el local común, alcanzando generalmente un peso medio de grano entre 580 y 630 mg. Del lupino amargo local común puede seleccionarse hasta 30 por ciento de calibre superior a 13 milímetros, en tanto que de Boroa-INIA es posible seleccionar sobre 80 por ciento”, explicó Mario Mera.
Es un lupino de alto rendimiento, tolerante a la tendedura y buena calidad de grano, representada por un alto porcentaje de calibre exportable 13 a 15 milímetros y menor daño de la cutícula durante el procesamiento. “Esta alianza con INIA ha marcado una diferencia para nosotros. Boroa-INIA ha significado mayor rendimiento, resistencia a la tendedura y desganche, además a la antracnosis. Este tema es muy importante en el contexto de exportación, pues existirá menos material de descarte. Además, este lupino tiene mejor hidratación y eso es un elemento valorado en países de Europa como Italia, Portugal y parte de España. También hay mayor resistencia de la cutícula, que no se rompe durante el procesamiento, lo que nos permite tener lupino para producir en el tiempo. Un lupino de mejor tamaño y calidad es muy bien pagado en Europa, cuestión que hemos comprobado”, indicó Osvaldo Burgos.
Trabajo asociativo
Para la cooperativa, los resultados de su producción van de la mano con un trabajo asociativo fuerte entre agricultores y alianzas entre instituciones, elemento que ha sido destacado a nivel nacional por el propio ministro de Agricultura. La autoridad máxima del agro, quien ha visitado la zona, ha dado como ejemplo el avance logrado por la Cooperativa Boroa.
“Claramente el apoyo GTT de INIA al grupo de Boroa ha sido importante, sobre todo contar con semilla de calidad. Como centro de gestión articulamos proyectos y recursos para este grupo, además de mostrar el modelo de trabajo a otras cooperativas. La articulación entre instituciones es muy valiosa para complementarse y no trabajar las mismas cosas de manera aislada”, señaló Manuel Peña, ingeniero agrónomo asesor predial Cege Araucanía.
Por su parte, Pedro Quintulen, administrador de la cooperativa, destacó los avances logrados por su grupo de agricultores. “Desde el primer momento como trabajo asociativo ha sido un privilegio avanzar, primero en los lazos con nuestra familia y entre nosotros. El aprendizaje en torno a una leguminosa, como el lupino, y lo entregado por INIA ha sido provechoso para todos. Creo que ha primado la perseverancia, lo que ha permitido lograr nuestros sueños y elevar nuestra calidad de vida en el campo”, dijo.
Como se indicó Boroa - INIA ha sido una variedad fundamental para el desarrollo de los agricultores. En este contexto, actualmente se trabaja en INIA Carillanca para liberar una nueva variedad de lupino amargo, esta vez con grano del tipo alto-calibre o “gigante”, que permitirá acceder al rango más exigente del mercado europeo, representado por los calibres sobre 15 milímetros.
La variedad Boroa – INIA fue liberada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) el año 2006 con apoyo financiero de Indap. “La idea es establecer semilleros a cargo de los pequeños agricultores, en este caso la Cooperativa Campesina Boroa, con el fin de masificar esta variedad, que es altamente demandada por sus buenas características agronómicas”, indicó el Doctor Mario Mera, fitomejorador de leguminosas de INIA Carillanca, quien lidera el trabajo con los agricultores beneficiados.
Semilla original
En esta oportunidad, la cooperativa recibió mil 800 kilos de semilla original, que se utilizará para establecer diez hectáreas de semilleros, los cuales permitirán a los agricultores disponer a futuro de mayor cantidad de semilla de una variedad mejorada. Actualmente, su producción se encuentra casi enteramente en manos de la AFC, muchos de ellos de etnia mapuche, representando una importante fuente de ingreso familiar, que redunda en una mejor calidad de vida. “Los trabajos de INIA con este grupo de agricultores en el mejoramiento genético de lupino amargo vienen desde el año 2001. Se han dado importantes avances en el rubro, ya que los agricultores han mejorado tanto rendimientos como calidad, sobre todo considerando que el lupino amargo es un producto exportable que va a países del Mediterráneo, tanto europeos como del mundo árabe, donde la cooperativa ha llegado con su producto”, acota Mario Mera.
Por otro lado, INIA Carillanca se acaba de adjudicar un proyecto Innova Corfo denominado: "Difusión del manejo agronómico apropiado para la masificación de material genético mejorado de lupino amargo". La iniciativa se inserta en un programa de difusión tecnológica (PDT) de Corfo, cuyo objetivo central es aumentar la competitividad de los agricultores productores de lupino amargo de La Araucanía que permita mejorar tecnologías de producción y comercialización. Sin lugar a dudas un paso adelante en la alianza de INIA-Carillanca y la agricultura familiar campesina (AFC) de esta región.
La variedad BOROA-INIA
En La Araucanía, se siembran 6 mil a 8 mil hectáreas de lupino amargo, prácticamente la única región de Chile donde se encuentra este cultivo. El grano se exporta a países europeos y árabes, donde se consume como snack salado, luego de un proceso de remojo para desamargarlo. Es un cultivo que se encuentra en manos de la AFC, por lo que reviste gran importancia social. Considerando que gran parte del trigo sembrado por este sector se destina a autoconsumo, el lupino constituye una fuente de ingreso de circulante esencial para muchos pequeños agricultores,
“La variedad Boroa-INIA se obtuvo mediante selección del lupino amargo local, caracterizado por un grano más grande que el local común, alcanzando generalmente un peso medio de grano entre 580 y 630 mg. Del lupino amargo local común puede seleccionarse hasta 30 por ciento de calibre superior a 13 milímetros, en tanto que de Boroa-INIA es posible seleccionar sobre 80 por ciento”, explicó Mario Mera.
Es un lupino de alto rendimiento, tolerante a la tendedura y buena calidad de grano, representada por un alto porcentaje de calibre exportable 13 a 15 milímetros y menor daño de la cutícula durante el procesamiento. “Esta alianza con INIA ha marcado una diferencia para nosotros. Boroa-INIA ha significado mayor rendimiento, resistencia a la tendedura y desganche, además a la antracnosis. Este tema es muy importante en el contexto de exportación, pues existirá menos material de descarte. Además, este lupino tiene mejor hidratación y eso es un elemento valorado en países de Europa como Italia, Portugal y parte de España. También hay mayor resistencia de la cutícula, que no se rompe durante el procesamiento, lo que nos permite tener lupino para producir en el tiempo. Un lupino de mejor tamaño y calidad es muy bien pagado en Europa, cuestión que hemos comprobado”, indicó Osvaldo Burgos.
Trabajo asociativo
Para la cooperativa, los resultados de su producción van de la mano con un trabajo asociativo fuerte entre agricultores y alianzas entre instituciones, elemento que ha sido destacado a nivel nacional por el propio ministro de Agricultura. La autoridad máxima del agro, quien ha visitado la zona, ha dado como ejemplo el avance logrado por la Cooperativa Boroa.
“Claramente el apoyo GTT de INIA al grupo de Boroa ha sido importante, sobre todo contar con semilla de calidad. Como centro de gestión articulamos proyectos y recursos para este grupo, además de mostrar el modelo de trabajo a otras cooperativas. La articulación entre instituciones es muy valiosa para complementarse y no trabajar las mismas cosas de manera aislada”, señaló Manuel Peña, ingeniero agrónomo asesor predial Cege Araucanía.
Por su parte, Pedro Quintulen, administrador de la cooperativa, destacó los avances logrados por su grupo de agricultores. “Desde el primer momento como trabajo asociativo ha sido un privilegio avanzar, primero en los lazos con nuestra familia y entre nosotros. El aprendizaje en torno a una leguminosa, como el lupino, y lo entregado por INIA ha sido provechoso para todos. Creo que ha primado la perseverancia, lo que ha permitido lograr nuestros sueños y elevar nuestra calidad de vida en el campo”, dijo.
Como se indicó Boroa - INIA ha sido una variedad fundamental para el desarrollo de los agricultores. En este contexto, actualmente se trabaja en INIA Carillanca para liberar una nueva variedad de lupino amargo, esta vez con grano del tipo alto-calibre o “gigante”, que permitirá acceder al rango más exigente del mercado europeo, representado por los calibres sobre 15 milímetros.
Fuente:
http://www.elperiodico.cl/
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