Sunday, July 12, 2009



LOS DESAFIOS DE LAS SEMILLAS EN CHILE

Con calidad y seguridad garantizadas, la industria requiere que se avance en temas de propiedad intelectual, producción biotecnológica y medio ambiente.

La industria semillera chilena es la sexta mundial y la primera del hemisferio sur. Con exportaciones en 2008 por US$ 330 millones se ha convertido en un motor económico en diversas zonas del país. Con su producción de alto nivel tecnológico y uso intensivo de mano de obra vuelve rentables superficies pequeñas. Además, las condiciones de clima y sanitarias atraen a grandes transnacionales que ahora instalan sus laboratorios de punta en zonas poco incorporadas a la agricultura, como Arica.
Aunque las perspectivas son de seguir por ese camino, no basta con buenas intenciones. Si bien hasta ahora las ventajas de Chile han jugado a favor, las exigencias vienen de nuevas áreas: protección de la propiedad intelectual, estabilidad del precio del dólar, ley de biotecnología, protección del medio ambiente. De los desafíos y de cómo la industria responde a ellos habla Jean Pierre Posa, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Semillas, entidad que hoy celebra sus 50 años de vida.
-Chile se ha convertido en un actor global relevante en exportación de semillas. ¿Podrá seguir en ese camino?
Efectivamente, Chile se encuentra en muy buena posición y creciendo en forma constante. Está muy bien posicionado internacionalmente, sus empresas son reconocidas, y las principales compañías extranjeras de semillas están en el país.
Actualmente hay una demanda creciente por alimentos. Además, la biotecnología y su desarrollo, unido al de las nuevas tecnologías como los biocombustibles generarán una creciente demanda por semillas de alta calidad. Chile es reconocido mundialmente como un proveedor de ellas.
Pero existen varios países que han sido y serán nuestra competencia. Para producción de contraestación, Argentina, Perú, Australia, Sudáfrica y Nueva Zelandia son algunos. En el Hemisferio Norte, para la producción de semillas de hortalizas, están Italia, Francia y China. Es decir, tenemos una competencia compleja. Ellos tienen ventajas de precio, pero Chile ofrece calidad y seguridad, lo que nos han permitido crecer como lo hemos hecho. No obstante, la industria enfrenta un panorama complejo a nivel interno.
-¿Cómo se enfrenta este riesgo?
Mantener un precio del dólar estable y competitivo es crítico. Adicionalmente, en el Congreso se están discutiendo tres proyectos de ley de muchísima importancia. Dependiendo de cómo sean aprobados pueden ser determinantes en el futuro de nuestra actividad. Me refiero a los proyectos de ley sobre obtenciones vegetales, al de bioseguridad de organismos vegetales modificados y al que crea el Ministerio del Medio Ambiente. También está la ley promulgada de acceso a la información pública, que se ha convertido en una carga burocrática tanto para la industria como para los organismos públicos, en particular para el SAG.
-¿Por qué esa legislación se ha convertido en una carga?
Compartiendo la motivación de esta ley, en nuestro rubro ha generado una sobrecarga burocrática inaceptable, al tener que estar respondiendo cada empresa que produce semillas OGM una serie de preguntas respecto de la ubicación de los semilleros. Esto, junto con vulnerar la esencia del secreto profesional y privacidad de las empresas, lo cual hemos explicado debidamente al SAG, también está perjudicando seriamente a nuestras instituciones públicas, las que deben dedicar valiosos recursos humanos en lo que, pareciera se convertirá en interminables trámites burocráticos.
-Pero lo que se busca es dar seguridad a los otros cultivos y a todos los chilenos...
Las empresas extranjeras producen en Chile por la seguridad que les ofrecemos, no solamente desde el punto de vista agronómico y climático, ya que hasta hoy podemos garantizar seguridad en el resguardo de la propiedad intelectual de sus materiales, todos de altísimo valor. Este es uno de los puntos más importantes que deben considerar el gobierno y los legisladores. Perder esta seguridad puede significar botar a la basura decenas de años de mucho sacrificio y poner en riesgo miles de puestos de trabajo.
Por lo tanto, resulta evidente que tanto el Gobierno como nuestros legisladores son quienes tienen la palabra. De ellos depende que la industria se consolide como un actor mundial o que la competitividad de la producción de semillas en Chile se vea seriamente amenazada.
- ¿Están los productores en condiciones de enfrentar los nuevos desafíos?
Existen importantes factores que aún no están abordados debidamente. Hay mucho por hacer en mecanización, en mejorar la infraestructura y tecnología de riego, por mencionar dos aspectos. En un sentido más amplio también se debieran abordar con mayor profundidad las posibles consecuencias del cambio climático.
En el país se utiliza la más alta tecnología. Depende del cultivo en nivel de tecnificación y mecanización. No obstante, por motivos productivos aún se sigue privilegiando el uso de mano de obra. Este es también un tema sensible para nuestra industria, ya que una legislación laboral poco flexible puede empujar hacia la mecanización.
-La industria de la semilla tiene un fuerte potencial en la reproducción de material biotecnológico. ¿Es factible que esto ocurra en las condiciones actuales de legislación?
La producción de semilla genéticamente modificada en Chile es una realidad, y se efectúa bajo estrictos controles a todo nivel del SAG, desde el proceso de internación, la producción en campo y su posterior reexportación.
Existe una resolución de este organismo que durante más de una década ha permitido reproducir y exportar exitosamente semillas de este tipo. No obstante, nuestra asociación estima que el país requiere una legislación biotecnológica moderna, que considere tanto las necesidades de la industria como las del país.
-Se acusa a los OGM de poner en riesgo, por polinización, a otros cultivos...
Llevamos más de una década produciendo semilla OGM sin afectar otros cultivos. Así de simple y contundente. Esto ha sido posible en la medida en que la industria sigue rigurosamente las estrictas condiciones establecidas y fiscalizadas por el SAG. Adicionalmente, Anpros ha desarrollado un sistema de información geográfico que ha contribuido significativamente a lo anterior.
-El éxito de la producción semillera en Chile radica, entre otras cosas, en una industria cohesionada, con objetivos claros. Si logramos que todos los actores tengan una mentalidad inclusiva, no debiera haber problemas. Nosotros hemos logrado esta coexistencia dentro de nuestra industria de manera exitosa por más de diez años.
-¿Pero la producción de OGM no convierte a esta industria en una que no es ambientalmente sustentable?
Esta industria es totalmente sustentable. Nuestros argumentos, ya expuestos, son muy sólidos.
-El semillero es un sector muy demandante de mano de obra. ¿Considera que la flexibilidad laboral en el país es suficiente? ¿Cómo se resuelve este tema?
No es lo suficientemente flexible, y esto hace que Chile sea menos competitivo. Estimamos que flexibilizar ciertas áreas que vayan acorde con las necesidades de la industria podrían incidir incluso positivamente en la contratación de mano de obra.
LA DÉBIL PROTECCIÓN INTELECTUAL
-Chile tiene un alto nivel de piratería, y la industria de la semilla internacional es muy estricta en la protección de su material genético. Sin embargo, aún no existe una ley de propiedad intelectual suficientemente protectora. ¿No atenta esto contra nuestra aspiración de seguir creciendo?
La legislación en Chile es muy débil, ya que esta basada en el acta de Upov 78. No es tema nuevo para nuestra asociación promover el respeto a la propiedad intelectual vegetal, ya que existen rubros en los cuales la piratería es muy alta, como el trigo, forrajeras y papas, lo que impacta muy negativamente en la economía y desarrollo de la zona sur del país. Adicionalmente, los licenciatarios de variedades frutícolas ven todos los años cómo se roban sus materiales, y bien sabemos como país el impacto que esto está teniendo en la industria frutícola sobre el acceso a nuevas variedades. En definitiva, la competitividad de nuestro país disminuye muchísimo producto de no respetar la propiedad intelectual vegetal.
-Pero actualmente en el Congreso está la ley sobre obtenciones vegetales, que debiera dejar al país a tono con la legislación internacional.
Efectivamente, de ser aprobada, ella debiera permitir a Chile adherir al acta de Upov 91, lo cual en teoría mejorará la defensa de los derechos de los obtentores y licenciatarios. El punto crítico es que como asociación pensamos que el actual proyecto de ley, tal como está en el Congreso, no está salvaguardando los derechos de los obtentores, y muy por el contrario, puede terminar incluso empeorando los actuales niveles de protección, lo que traería consecuencias nefastas. Las empresas extranjeras que envían materiales a Chile, ya sea para producir semillas o vender nuevas variedades frutícolas, necesitan tener adecuadas garantías de que sus derechos están debidamente cautelados. De igual forma, si queremos dar un salto cualitativo en genética vegetal, nuestros fitomejoradores deben saber que sus años de investigación no serán robados apenas salgan sus variedades al mercado. Sin duda que este es uno de los puntos más importantes para el desarrollo no sólo de nuestra industria, sino que de toda la agricultura nacional.

QUÉ REPRESENTA LA INDUSTRIA:

- 64 empresas. De ellas, 15 de inversión extranjeras; 49 nacionales.
- Superficie certificada de semillas: 32.000 hectáreas en 2008.
- Superficie total de semilleros: 42.511 hectáreas.
- Según el último censo se estima que la actividad semillera emplea a 22.248 personas; de ese total, el 2% corresponde a empleo permanente y el 98% a empleos estacionales (21.767 personas) de octubre a diciembre. Si consideramos el máximo contratado en los 4 trimestres en el peak de actividad, se emplean aprox. 43.892 trabajadores, con alta participación de mujeres (29% del total).

Patricia Vildósola Errázuriz (Entrevista a Jean Pierre Posa, presidente de Anpros/lunes 6 de julio de 2009)

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