Monday, November 22, 2010


OJO CON EL TOMATE: CON PRECIOS AL ROJO
Menor oferta de Arica y exacerbación de la demanda se conjugaron para que los precios registraran máximos históricos.

El tomate ha tenido un año de aquéllos. La hortaliza más cultivada en nuestro país -y en el mundo- registró este año precios que marcaron peaks jamás vistos: se llegó a pagar, en casos puntuales, valores mayoristas por encima de los $2.300 el kilo, lo que representó más de 250% de lo de temporadas anteriores.
Los precios de la hortaliza siguieron la tendencia normal hasta agosto. En septiembre, como es tradicional, los precios aumentaron, aunque este año se dispararon incluso por sobre el aumento de los años anteriores. Entre los productores, se habla de transacciones que bordearon los $3.000 por kilo el día 18 de septiembre.
Entre los factores que se conjugaron está la disminución de la cosecha invernal de tomates de Arica (el cuatrimestre julio-octubre registró los menores embarques en cinco años), el retraso de la salida al mercado de la producción de Aconcagua (una semana después del 18) y el aumento exagerado de la demanda durante Fiestas Patrias (con feriado largo y cierre de supermercados incluido).
Lo que no es usual es que, pasadas las fiestas, los valores no disminuyeron como suele ocurrir. La tendencia, opinan los expertos, debiera ser volver a la normalidad durante lo que queda de la primavera y el verano, debido a la entrada al mercado de los tomates de la zona centro y sur, lo que aumentará significativamente la débil oferta vista hasta hoy, situando los precios mayoristas en niveles similares a los de años anteriores.

Temporada anómala
El tomate es particularmente sensible a la ley de oferta y demanda. Por ello fue grande el impacto que provocó la baja producción que ocurrió en el valle de Azapa este invierno. Esto fue causado por la escasez de precipitaciones que dejó muy mermadas las reservas del embalse Cotacotani, principal abastecedor de riego de los valles de Azapa y Lauca. A la poca cantidad de agua se agregó una extensa secuencia de bajas temperaturas.
Según cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Públicas (Odepa), los menores rendimientos se vieron reflejados en los volúmenes de tomates arribados a los mercados mayoristas de Santiago. En julio hubo una baja de 666.340 kilos con respecto al 2009; en agosto, de 102.190 kilos; en septiembre, de 175.618 kilos, y en octubre, de 147.229 kilos. Para mayor abundamiento, los volúmenes de tomates arribados a Santiago, entre los meses de julio y octubre del 2010, resultaron los más bajos de los últimos cinco años.
Lo anterior se conjugó con condiciones climáticas poco benignas en la provincia de Aconcagua, lo que llevó a un retraso en la producción.
"En Quillota la cosecha se postergó dos semanas", comenta una fuente de la industria.
La recuperación económica y del poder adquisitivo de los consumidores se convirtió en otro factor relevante.
"Desde mayo se venía observando un aumento de la demanda de alrededor de 10% en comparación con el mismo mes del año pasado", señala el gerente general de Tomaval, Gonzalo Briones.
Finalmente, a todo lo anterior se agregó la exacerbación vivida por el feriado largo del 18 de septiembre. Muchos consumidores, ante el descanso obligatorio de los supermercados, decidieron comprar más de lo que necesitaban. Y eso, tuvo su efecto, aunque impactó en forma positiva a los agricultores nortinos.
"En Arica hubo productores que ganaron $150 millones por hectárea", comenta una fuente de la industria.

¿bajarán?
Odepa prevé que en el corto plazo la tendencia debiera ser a la normalización de los precios, ya que comenzaría la cosecha de la zona central, cuando los valores a mayoristas fluctuarían entre los $4.000 y los $6.000 por bandeja de 20 kilos.
A mediano y largo plazo, hay que estar atentos a la evolución de la superficie plantada. Según datos del INE la superficie de tomate para consumo fresco disminuyó en 15,7 % entre los años 2007 y 2009, pasando de 6.308,9 ha a 5.318,3 ha. Esto implica un baja en la oferta.
Sin embargo, como subraya el director nacional de Odepa, Gustavo Rojas, "la ecuación final estará asociada también a otras condiciones, como las climáticas observadas durante este año, o a eventuales aumentos en la superficie plantada, debido a los favorables precios de la actual temporada, lo cual podría presionar los precios a la baja".

Botado y de invernadero
Según el Censo Agropecuario de 2007 había una superficie total de 6.352 ha con tomates, de los cuales el 67% se cultivó en la zona comprendida entre las regiones de Valparaíso y Maule. De esta superficie, 1.067 corresponde a cultivos bajo invernadero, el 70% de los cuales se encuentran en la zona de Quillota, Limache y Calera.
Según expertos, mientras el tomate botado alcanza los 35 a 50 mil kilos por ha, bajo invernadero se llega a 100 mil kilos por hectárea.
El ciclo de abastecimientoEn primavera el abastecimiento de tomates llega de los invernaderos de la Región de Valparaíso, de los valles transversales de la Región de Coquimbo (Limarí) y de la Región de Atacama (Copiapó). Desde diciembre hasta marzo es el turno de los cultivos al aire libre de la zona centro-sur. luego, parten los cultivos tardíos y de invernaderos, los que cubren la demanda de otoño.
En tanto, en invierno, la zona central se aprovisiona principalmente de Arica, lo que implica un aumento en los precios de venta del producto, derivado de la escasez relativa (son poco más de 800 ha) así como de los costos del transporte. El tomate de Arica debiera alcanzar hasta mediados de septiembre, tratando de enlazar con el inicio de la cosecha de las regiones de Valparaíso y del norte chico.

Fuente: Revista del Campo / Noviembre 22, 2010.

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